Experiencia de talleres de tiempo extendido como articuladores en la virtualidad

Experiencia de talleres de tiempo extendido como articuladores en la virtualidad

Los talleres de tiempo extendido son un programa de la Dirección de Planeamiento y Evaluación Educativa de la DGES. Su función es brindar una mayor diversidad de propuestas educativas con el fin de enriquecer el espectro de posibilidades formativas y fomentar el desarrollo de las áreas artística, tecnológica, medioambiental, recreativa y deportiva.

El Liceo N.° 29 Alicia Goyena cuenta con dicho programa desde el año 2017 y, desde entonces, el equipo de talleres y el equipo docente han establecido progresivas experiencias interdisciplinarias que han enriquecido la práctica educativa. Gonzalo Rodríguez, coordinador de talleres del liceo, destacó que “durante esos años se han generado lazos vinculares que trascienden el grupo al que pertenecen sus participantes, lo que ha contribuido a la idea de pertenencia y grupalidad en un sentido amplio, así como a la de referencia con la comunidad en la que se enmarcan”.

El liceo cuenta con talleres de fotografía, de realización audiovisual, de iniciación a instrumentos musicales, de hidroponia, de murga, de creación de personajes, de artes escénicas, de danza y ritmos, de lengua de señas uruguaya, de recreación y de maquillaje artístico.

El 2021 presentó nuevos desafíos para el equipo, ya que, como señaló el coordinador, implicó “adecuar a la virtualidad los proyectos concebidos desde la presencialidad en un abordaje práctico-teórico”. Aún así, se adaptaron rápidamente a “la reconfiguración de un espacio físico en uno virtual, para lo que se generaron piezas audiovisuales, material gráfico, desafíos y videoconferencias semanales con el grupo y con el equipo”.

El diseño de un espacio dentro de la plataforma CREA fue logrado mediante el trabajo en conjunto con el equipo de dirección del liceo y la POITE. “Formar parte de la malla curricular en la plataforma permite una nueva configuración de los talleres, la conformación de un espacio distendido en el que se fomenta la creatividad y el encuentro entre pares, con un abordaje cooperativo y colaborativo mediado por talleristas”, detalló.

Algunos talleres requerían materiales físicos para poder llevarse a cabo de forma remota, por lo que se realizó una entrega en el liceo en ciertos días y horarios previamente coordinados con la dirección. Estas acciones tempranas permitieron la correcta inclusión y el seguimiento de los talleres durante todo el primer semestre.

Por último, destacó que la articulación de un nuevo territorio social virtual fue lograda a través de la red social Instagram, que se estableció como una forma de interactuar fuera del aula y de generar retroalimentación con la comunidad docente, familiar e interpersonal.

“Mantener a los grupos motivados y participando durante este período fue y es un desafío para el equipo de talleristas, por pertenecer a otro orden dentro de la malla, uno no obligatorio, sin calificación o aprobación. Estas características implican que el espacio de talleres debe de ser uno atrayente, que facilite cercanías entre el objeto de estudio, la experiencia y el encuentro entre pares, formadoras y formadores”, expresó Rodríguez.

Sin dudas, ese desafío ha sido tomado por el equipo del Liceo N.° 29 y ha contribuido al logro de una participación creciente en los talleres, los que se han constituido como espacios creativos y constructivos, tanto para los participantes como para la comunidad.