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Comunidades educativas olimareñas se reinventan en la virtualidad

Treinta y Tres

Comunidades educativas olimareñas se reinventan en la virtualidad 

El retorno progresivo a la presencialidad se vio interrumpido en Treinta y Tres debido a un nuevo brote de casos de Covid-19 en el departamento. El Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública resolvió la suspensión de las clases presenciales en el ámbito de la Educación Pública y Privada en dicho punto del país, entre el 25 de junio y el 3 de julio. 

Treinta y Tres

Comunidades educativas olimareñas se reinventan en la virtualidad 

El retorno progresivo a la presencialidad se vio interrumpido en Treinta y Tres debido a un nuevo brote de casos de Covid-19 en el departamento. El Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública resolvió la suspensión de las clases presenciales en el ámbito de la Educación Pública y Privada en dicho punto del país, entre el 25 de junio y el 3 de julio. 

Ante esta situación, el Consejo de Educación Secundaria (CES) desplegó una serie de medidas con el fin de acompañar a las comunidades educativas olimareñas. Estas incluyen desde material pedagógico hasta insumos orientados a lo emocional. “Implementamos una batería de recursos a través del portal Uruguay Educa, que están colgados en la web, y también nos pusimos en contacto con la encargada del Departamento Integral del Estudiante (DIE) para realizar una serie de actividades”, detalló la directora general del CES, Jenifer Cherro.

En cuanto al abordaje general realizado al respecto, la inspectora de Institutos y Liceos, Rossana Conde, explicó: “Utilizando los diversos recursos disponibles y atendiendo a la contextualización de diversas realidades que afectaban a estudiantes y familias, se apostó inicialmente a tener un contacto con cada uno de ellos, debido a la brusca discontinuidad del vínculo que generó la interrupción de las actividades presenciales en el marco de la emergencia sanitaria”.

Una vez retomado el contacto, tal como manifestó Conde, el principal desafío fue sostener el vínculo desde la distancia, tanto en el acompañamiento personal como en lo pedagógico, “así se orientó desde la inspección”, precisó. Las dificultades de conectividad, residencia en la ruralidad y el impacto socio-económico han sido las barreras detectadas mayoritariamente por los centros. Más allá de eso, “en este proceso, cada institución apeló a sus fortalezas, actitud proactiva y creatividad, para llevar el liceo y su función educativa a cada estudiante/familia”, destacó la inspectora.

Con la nueva suspensión de clases presenciales, las líneas de acción han sido: transmitir calma a los equipos docentes y no docentes, estudiantes y familias; tener presente los protocolos sanitarios; proceder a profundizar las acciones de higiene en los locales; continuar con las actividades previstas como ser reuniones de evaluación, calendarios de exámenes, tareas administrativas; y, especialmente, retomar el contacto y trabajo virtual con los estudiantes. “Para esto último, las direcciones, junto al grupo de trabajo en cada centro, tendrán que elaborar una nueva Hoja de Ruta atendiendo al nuevo escenario, para lo cual la articulación en territorio con UDCIE y con el Departamento Integral del Estudiante (DIE) Regional son recursos a potenciar, a los efectos de detectar situaciones familiares complejas e implementar acciones en pos de asegurar la continuidad de las trayectorias educativas”.

Trabajo coordinado y comprometido

Por su parte, Mary González, coordinadora de la región Este del DIE, manifestó que se trata de “procurar, como siempre, extremar el trabajo en pos de mantener la continuidad educativa de los estudiantes y darles todos los apoyos que sean necesarios para mantener ese vínculo y avanzar en su proceso educativo, garantizando las condiciones, tanto de acceso como de apoyo”.

En ese sentido, González sostuvo que es fundamental todo lo relacionado con “la educación inclusiva, atender a la diversidad de los estudiantes, generando estrategias pedagógicas adecuadas y, por otro lado, la parte de contención psicoemocional que está atravesando también fuertemente esta situación, que hace impacto en todo el colectivo educativo”.

El abordaje se centra en el trabajo en los espacios de coordinación con los docentes y hace foco en las situaciones de los estudiantes que tienen riesgo de desvinculación o una situación de alta vulnerabilidad, para así atender todos los aspectos que sean necesarios. Para ello, se apunta al trabajo intra e interinstitucional. A su vez, González destacó el rol fundamental de las familias en el acompañamiento de los procesos de desarrollo de sus hijos.

Como alternativas educativas a aplicar la coordinadora mencionó las tutorías y los trabajos en proyectos. “Vamos a estar haciendo especial énfasis en que esta agenda de temáticas y problemáticas, tanto de la situación de los estudiantes como de los docentes, puedan ser abordadas”, sostuvo. Asimismo, se refirió a la importancia de la contextualización, “los contextos van marcando las necesidades de qué temas abordar”.

En suma, “en cada centro educativo se van a ir generando los espacios para el abordaje de la situación, tanto individual como colectiva. Implica un trabajo coordinado y comprometido de todos los actores que integran las distintas comunidades educativas”, concluyó.

Conocé más sobre las propuestas de apoyo a docentes de Rivera y Treinta y Tres organizadas por el el DIE y el Espacio Eduación y TIC del Consejo de Educación Secundaria.