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29 de julio: Día Nacional de Respuesta al VIH-SIDA

29 de julio: Día Nacional de Respuesta al VIH-SIDA

En el marco de la reestructura de los servicios de salud de la ANEP, la División Servicios Médicos, Prevención y Salud en el Trabajo se encuentra abocada a elaborar material informativo sobre temas de salud que importan a nuestra comunidad. En esta oportunidad abordamos la temática VIH.

29 de julio: Día Nacional de Respuesta al VIH-SIDA

En el marco de la reestructura de los servicios de salud de la ANEP, la División Servicios Médicos, Prevención y Salud en el Trabajo se encuentra abocada a elaborar material informativo sobre temas de salud que importan a nuestra comunidad. En esta oportunidad abordamos la temática VIH.

El Día Nacional de Respuesta al VIH-SIDA se conmemora en nuestro país cada 29 de julio con el objetivo de sensibilizar sobre la detección precoz y contribuir a disminuir el estigma en torno al VIH, buscando estimular a las personas a realizarse el test diagnóstico, el cual es accesible en todos los prestadores de salud. La edad en la que más se diagnostica la enfermedad es entre los 25 y los 44 años.

El VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) es un microorganismo que deteriora el sistema inmunológico. Al debilitar la inmunidad, el VIH hace que el organismo sea vulnerable a una serie de infecciones, algunas de las cuales ponen en peligro la vida.

Los primeros registros de personas enfermas de SIDA aparecieron en Estados Unidos a comienzos de los años ochenta. Ya en los noventa el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida se había convertido en una epidemia mundial.

El 29 de julio de 1983 se diagnosticó el primer caso en Uruguay de una persona infectada con VIH positivo procedente de EEUU. Años más tarde, se declaró esta fecha como el Día Nacional de Lucha contra el VIH-SIDA.

En la actualidad, la mayoría de las víctimas de la enfermedad son hombres y mujeres heterosexuales y niños de países en vías de desarrollo. Esta enfermedad es considerada incurable, aunque existen medicamentos antirretrovirales que son capaces de contener la infección y de permitirle a la persona llevar una vida con normalidad.

Es importante recordar que la enfermedad se transmite a través de relaciones sexuales no protegidas (sin preservativo) con una persona infectada; por exposición a sangre infectada o por transmisión de una futura madre infectada por el VIH a su hijo vía transplacentaria y durante la lactancia.

El VIH no se transmite al dar o recibir caricias, besar, toser o estornudar, abrazar, compartir el teléfono, visitar personas enfermas, compartir mate, comida, cubiertos o vasos, bañarse en piscinas públicas, utilizar el mismo baño, por picaduras de mosquitos y otros insectos, trabajar, relacionarse o convivir con personas infectadas con VIH o donar sangre.

Es fundamental el uso de preservativo desde el inicio de la relación sexual hasta el final, no compartir agujas o jeringas y apostar al diagnóstico precoz y controles indicados durante el embarazo.

La transmisión del VIH puede prevenirse

No hay cura para el VIH y el SIDA pero existen tratamientos que ayudan a que las personas que viven con el virus tengan muy buena calidad de vida durante muchos años.

Es importante hablar sobre prevención del VIH con la familia, amigos, alumnos, personal de salud y solicitar la información necesaria acerca del VIH/SIDA.

Resulta fundamental apostar al autocuidado. La prevención incluye también los cambios de conducta hacia un comportamiento libre y responsable que implica conocer el cuerpo, aprender a observarse y percibir los cambios; tener conocimiento sobre las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), sus riesgos y tratamientos; consultar al médico frente a la sospecha de una infección lo antes posible; comunicar a la pareja sobre la posibilidad de una ITS y no automedicarse frente a la sospecha de haberse infectado.

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