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Un acto de justicia histórica: ahora el Liceo N.º 5 de Tacuarembó se llama Washington Benavides

“Hoy, este centro educativo recibe un nombre que lo enlaza de forma definitiva con la historia y la cultura de nuestro pueblo: Washington Benavides” fueron las palabras iniciales de Claudia Vaz, la directora del Liceo N.º 5 de Tacuarembó. El pasado 22 de octubre, a lo largo de una jornada compartida con la comunidad, llena de emoción y alegría tuvo lugar el acto de nominación. 

L5 Benavides

La comunidad educativa había esperado este momento desde el 2019, cuando se propuso la idea de que el Liceo se identificara con uno de los mayores exponentes culturales de Tacuarembó. Así lo expresó la directora: “Ponerle nombre a una institución educativa no es un gesto menor. Es un acto simbólico que dice quiénes somos, qué valores defendemos y qué memoria queremos mantener viva. Nombrar a esta institución educativa Washington Benavides es, sin duda, una elección profundamente acertada dado que refleja nuestra identidad”. 


Cuando llegó el turno de escuchar la voz de las estudiantes, Mía Ferráz y Maia López, estudiantes de noveno grado, dijeron de Benavides en representación de sus compañeros: “Nos habló de la libertad, de los sueños y de la fuerza interior, que nace del amor por la vida y por la patria donde uno crece. Que nuestro liceo lleve su nombre es una forma de mantener viva su voz, su manera de enseñar y su mensaje. Que el valor, la confianza y la esperanza puedan transformar el mundo. Nos recuerda que aprender no es solo estudiar, sino formarnos como personas que opinan, sienten y crean. Que se animan a decir lo que piensan y a imaginar un futuro mejor”

 

 


El director general de Secundaria, Manuel Oroño, consignó la nominación como un acto de “justicia histórica” y señaló que se estaba “valorando no solamente a una figura notable, sino también una manera de vivir y de sentir del pueblo tacuaremboense, en esto de que no solamente de pan vive el hombre. Es decir: hay que involucrarse con la causa social, hay que generar esa capacidad transformadora colectiva que permita pensar en una sociedad mejor y solidaria.”


Con mucha emoción, el Liceo recibió la palabra de Pablo Benavides, hijo de Washington.  “Yo me imaginaba que tarde o temprano que el nombre de mi padre podría figurar en una calle o en una plaza… bien, es un homenaje. ¡Pero mucho más homenaje es que sea un liceo! Él siempre vio al liceo como algo vivo. El liceo no es un edificio, no es un lugar donde uno venga a recibir una receta y no aporte nada, no es un lugar donde uno transcurra, pase ¡y a otra cosa!” Para “el Bocha” el liceo tenía que “ser una caja de resonancia de creación de cultura” y así lo practicó durante su vida. 
También hicieron uso de la palabra Gustavo Hellbush y Andrés Bentacor de FENAPES, y los Profs. Zenia Ortiz y Pablo Posada de la Comisión Pro Nominación.


En la jornada no faltaron los reconocimientos a los directores en ejercicio durante el proceso y a la Comisión Pro Nominación y Cátedra W. Benavides, quienes fueron actores claves para poder sostener la ilusión del proyecto.  A su vez, se estrenó oficialmente la bandera del liceo, diseñada por la estudiante Martina Kennepple.


Como lo ameritaba el festejo, se invitó a la comunidad a poder disfrutar de diversas muestras artísticas para homenajear la cultura popular. Comenzó el coro liceal interpretando canciones de Washington Benavides. Por su parte, se sumaron con saludos la Casa de los Escritores del Uruguay; Héctor Numa Moraes, cantautor y compañero del poeta homenajeado; Lourdes Villafañes, viuda de Daniel Viglietti; Eduardo Larbanois


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Washington Benavides nació un 3 de marzo (1930-2017) en Tacuarembó. Poeta, profesor de literatura en Secundaria, docente universitario, profesor de arte, crítico literario, ensayista y maestro de muchos destacados poetas. Recibió el Gran Premio Nacional a la Labor Intelectual (MEC) y Premio Morosoli de Oro. Se destaca por una vastísima e intensa obra -que lo sitúa como uno de los poetas más importantes de su generación- donde se entrecruza lo culto y lo popular, siendo sus letras y poemas musicalizados por Alfredo Zitarrosa, Eduardo Darnauchans, Daniel Viglietti, Héctor Numa Moraes, Carlos Benavides, Abel García, Los Olimareños, Larbanois-Carrero, entre varios otros destacados artistas que hacen que estos versos, a través del canto, lleguen y se arraiguen en lo profundo del “sentir popular uruguayo”. Entre los poemas versionados en canciones se destacan: “Como un jazmín del país”, “Milonga del Cordobés”, “Muchacha campesina”, “La Flor del Bañado”, “Chamarrita de una bailanta”, “Cuando cante el gallo azul”, “Guitarrero viejo”, “Menina”, “La soldadera”, “Chote de don Tatú”, entre otras conocidas canciones que alguna vez todo uruguayo y uruguaya ha cantado, tarareado o escuchado.
 

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