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El verano como ambiente de aprendizajes

El verano como ambiente de aprendizajes

Verano Ceibal apuesta a extender el año lectivo con actividades pedagógicas y recreativas para que cada estudiante participante tenga sus actividades de verano y aprenda en otro ambiente. Así, la iniciativa se presenta como un diferencial respecto a las actividades curriculares que se realizan durante el resto del año: se invita a salir del aula, interactuar con pares e involucrarse en propuestas que generan motivación y participación.

El verano como ambiente de aprendizajes

En esta tercera edición, se cuenta con la participación de 12 centros de Educación Media de Montevideo seleccionados en forma conjunta por ANEP y Plan Ceibal. En lo que respecta a Secundaria, la propuesta se lleva a cabo en los Liceos N.° 23, 41, 48, 49, 60 y 77.

Verano Ceibal se lleva adelante en coordinación con el MEC y con el apoyo del IAES (Instituto Académico de Educación Social) y la IM. A su vez, este año y por primera vez, se cuenta con el apoyo de la Fundación ReachingU, el programa APEX de Udelar y Química de+ de Facultad de Química.

Con respecto a la dinámica, el proyecto involucra a 50 estudiantes por centro, las actividades se desarrollan tres días por semana y, al igual que los años anteriores, se brinda almuerzo y locomoción. En cada jornada los estudiantes participan en uno o dos talleres, así como también en espacios libres dirigidos, de intercambio y de distensión.

La oferta recreativa, artística y educativa incluye talleres brindados por Plan Ceibal y las demás instituciones, que abarcan desde robótica, drones, placas programables, ciencias, matemática, inglés y pensamiento computacional hasta temáticas como uso responsable de Internet, educación socioemocional, educación intercultural, educación ambiental, educación artística, teatro, danza, música, títeres, género, TIC, ajedrez para la convivencia y cocina saludable, entre otros.

Aprendizaje y diversión

Al respecto, la directora Dora Gard del Liceo N.° 77, institución que participa de Verano Ceibal desde sus inicios en 2019, destacó que “la propuesta está muy buena porque hay muchos chicos que no pueden salir a vacacionar a otros lados y vienen acá, se divierten y a su vez están aprendiendo”. Asimismo, contribuye a generar y consolidar el sentido de pertenencia con la institución. “Eso hemos visto que durante el año sirve mucho porque ellos saben que en el liceo pueden hacer otras cosas, no solo tener un aula con materias curriculares”, agregó.

En esa misma línea, la directora del Liceo N.° 60, Analía Molina, que participa por primera vez en Verano Ceibal, manifestó que la experiencia es fantástica y que cuando se les ofreció la posibilidad de sumarse a esta propuesta lo discutieron a nivel de la comunidad educativa y todos votaron que sí, que querían tenerlo.

Asimismo, Molina detalló: “Nosotros somos un liceo de tiempo extendido que ofrecemos de marzo a diciembre las actividades curriculares y talleres. En febrero lo que veíamos era que el liceo estaba subutilizado, en el sentido de que si bien estaba abierto con la finalidad de ofrecer clases de apoyo, tutorías y que estuviesen los exámenes, nos faltaba toda la parte de integración y de recreación, porque en realidad los estudiantes de la zona es lo que necesitan, lo que buscan y lo que están acostumbrados con la cultura que el liceo ha generado en la comunidad”. En tal sentido, resaltó la participación de los estudiantes, “ellos vienen porque ya tienen una cultura generada del año de trabajo en la modalidad de taller y que son fuera del turno curricular”.

En cuanto a los talleristas, la directora destacó que son gente muy amable, que se ha acercado a integrarse a la comunidad que el liceo ya tiene. “Tanto el equipo de adultos que está acompañando desde el liceo a los talleristas y los coordinadores como los estudiantes tenemos todos una armonía y una dinámica de funcionamiento que tiene que ver con lo que habíamos pensado y proyectado. Estamos totalmente felices y muy contentos de tener esta oportunidad que nos está viniendo de maravilla”, concluyó.

En suma, el proyecto Verano Ceibal apunta a ser un factor protector para los contextos más desfavorecidos. Asimismo, entre sus objetivos específicos, se destacan: promover el desarrollo de habilidades y competencias transversales en los estudiantes a través de una propuesta educativa lúdico-recreativa, generar espacios de participación estudiantil y el sentido de pertenencia de los estudiantes con su centro, fortalecer las habilidades fundamentales con el objetivo de compensar y reforzar el proceso educativo que se vio afectado a partir del COVID-19 y procurar la reinserción de los estudiantes que pudieran haberse alejado de la institución educativa a través de una propuesta motivadora.