El Liceo Puerto La Charqueada homenajea a Víctor Lima
La comunidad educativa del Liceo Rural Puerto La Charqueada del departamento de Treinta y Tres llevó a cabo una fiesta de integración estudiantil, ocasión que consideraron oportuna para celebrar los 100 años del nacimiento de Víctor Lima.
El Liceo Puerto La Charqueada homenajea a Víctor Lima
La comunidad educativa del Liceo Rural Puerto La Charqueada del departamento de Treinta y Tres llevó a cabo una fiesta de integración estudiantil, ocasión que consideraron oportuna para celebrar los 100 años del nacimiento de Víctor Lima.
Este reconocido poeta nació el 16 de junio de 1921 en Salto, pero adoptó a Treinta y Tres como su segunda querencia, allá por los años 50. Se vinculó con el maestro Rubén Lena, el compositor e investigador Oscar “Laucha” Prieto y con el dúo Los Olimareños (Braulio López y Pepe Guerra). El 22 de octubre, fecha en la que se realizó la actividad liceal, se cumplieron 2 años de la partida física del “Laucha” Prieto, quien estuvo radicado en la localidad General Enrique Martínez durante muchos años y su casa era un centro muy especial para cualquiera que estuviera vinculado con el arte.
En este marco, el profesor Sergio Castro, que ofició de maestro de ceremonia, compartió información sobre la vida y obra de Víctor Lima, su vínculo con el maestro Lena, Prieto y Los Olimareños. A su vez, los alumnos de la Escuela N.° 9 de la localidad conjuntamente con estudiantes del liceo bailaron una zamba de Víctor Lima, “A orillas del Olimar”, interpretada por el coro liceal. Sumado a ello, docentes de la institución se unieron al homenaje cantando varias de las canciones escritas por Lima.
También se compartieron algunas palabras de Pablo Olalde, artista que grabó en última instancia un trabajo sobre la obra de Lima. Asimismo, la jornada contó con la participación especial de Rosalino Almeida, cantante popular de la localidad de Charqueada y uno de los fundadores del Primer Festival Regional de Folclore a orillas del Olimar, en enero de 1973.
El profesor Castro concluyó citando un fragmento de la canción “A orillas del Olimar”, que se ha convertido en un himno para los olimareños: “Cuando mueran los caminos que sueñan, andando yo, que junto al dulce Olimar querido se vuelva tierra mi corazón”.
